SUMARIO: I.- Aspecto histórico II.- Marco teórico III.- Marco legal
IV.- Desarrollo del tema V.-
Conclusiones VI.- Bibliografía
I.- Aspecto histórico
En 1849 se otorgó a Juan de la Granja la primera concesión de
comunicaciones a distancia; siendo este un privilegio exclusivo durante 10 años
para implementar en nuestro país telégrafos eléctricos. Siendo el primer servicio telegráfico el existente
entre la Ciudad de México y Nopalucan, Puebla en 1851. Por otro lado
Maximiliano de Habsburgo instruyo a su Ministro de Estado para que trabajara en
plan para que las líneas telegráficas se unieran con las líneas de Europa y
América; expidiendo Maximiliano de Habsburgo en 1865 la ley y reglamento sobre
telégrafos.
Por otra parte, el primer enlace
telefónico se realizó el día 13 de marzo de 1878 entre las oficinas de correos
de la ciudad de México y la de la población de Tlalpan. Siendo instalada en el
Castillo de Chapultepec y el Palacio
nacional la primera línea telefónica el 16 de septiembre de 1878. En 1881, el
presidente de la republica Manuel González expidió la ley que establece las
bases para la reglamentación del servicio de ferrocarriles, telégrafos y
teléfonos. Siendo la primera conferencia telefónica en México a nivel
internacional, la que se realizó entre Matamoros, Tamaulipas y Brownsville,
Texas en 1883.
En el año de 1906, por medio del
General de Brigada José María Pérez, México participó en la Convención Radiotelegráfica
Internacional celebrada en Berlín, lo anterior para asegurarse los intereses de
México, sobre todo en el plano militar. En el año de 1912 se celebró en
Londres, la Convención Radiotelegráfica Internacional, en la cual México no
participó, pero que posteriormente nuestro país, si se adhirió a ella.
El 24 de abril de 1926 se expidió la
Ley de Comunicaciones Eléctricas, la cual comprendió dentro del concepto de
comunicaciones eléctricas la telegrafía, radiotelegrafía, telefonía,
radiotelefonía y cualquier otro sistema de trasmisión y recepción, con hilos
conductores o sin ello, de sonidos, signos e imágenes.
Por medio del Presidente Pascual
Ortiz Rubio, en el año de 1931 se expidió la Ley sobre Vías Generales de Comunicaciones
y Medios de Transporte; previendo esta ley la integración del tema de
transportes y comunicaciones en un mismo cuerpo normativo.
En el año de 1940 se expide la Ley de
Vías Generales de Comunicación, en el año de 1947 se constituye Teléfonos de
México S.A. (TELMEX), y en el año de 1954 se realiza la primera transmisión de
televisión por cable en la Ciudad de Nogales, Sonora. En 1960 se publicó la Ley
Federal de Radio y Televisión, donde ya se aborda el tema de las concesiones y
permisos para el uso de frecuencias del espectro radioeléctrico, regulándose de
esa forma la televisión abierta, sin embargo la figura de la televisión por
cable no se encontraba regulada, por lo que hasta el año de 1979 se expidió el
Reglamento del Servicio de Televisión por Cable.
En el año de 1985 se lanzan al
espacio los primeros satélites mexicanos, el Morelos I y el Morelos II; en 1995
se reforma el artículo 28 Constitucional para señalar a la comunicación vía
satelital como área estrategia exclusiva del estado. El 24 de abril de 1995, el
Presidente presenta al Poder Legislativo la Ley Federal de Telecomunicaciones,
que cambia la función del Estado dentro del Sector de Telecomunicaciones.[1]
El 14 de Julio de 2014, se publica en
el Diario Oficial de la Federación la LEY FEDERAL DE TELECOMUNICACIONES Y
RADIODIFUSIÓN.
II.- Marco teórico
La economía busca utilizar los
recursos de un país de forma eficiente, para que con ellos se satisfagan las
necesidades que son demandadas por el grupo social, la creación de un mercado
competitivo es la situación ideal, porque los productores de un servicio pagan
un bajo costo de producción, por lo que el producto no se sobre precia, y los
consumidores no pagan un precio muy similar al del costo de producción. De ahí
la importancia de que la autoridad estatal regule los mercados, para mantener
una economía competitiva.
El monopolio, es una situación
indeseable, derivado a que los productores no realizan su actividad con
eficiencia, derivado de que el beneficio económico se encuentra asegurado, por
ser la única empresa en el sector en ofrecer el producto o servicio; llegando
inclusive el comprador final a pagar un sobrecito en la mercancía o servicio
adquirido. Por otro lado, el oligopolio es una figura en la que el mercado está
dominado por un número reducido de vendedores, y que si bien los oligopolios
siempre serán preferidos a los
monopolios; el oligopolio no aporta los beneficios reales de un verdadero
mercado competitivo. En esta situación el Estado, a través de sus agencias
reguladoras, se circunscriben a fomentar
la competencia en los mercados oligopólicos, como sucede en el campo de las
telecomunicaciones.
Caso México; las telecomunicaciones
fueron reguladas por el estado desde sus inicios, hasta que la inversión
privada fue permitida en la década de los 90, siendo Telmex la empresa que
domino el mercado telefónico; siendo hasta la última década que se apertura la
competencia de forma real; que si bien la cantidad de empresas ha aumentado de
forma considerable; a pesar de la reforma en telecomunicaciones del año 2014; a
finales del año 2017 Telcel y Telmex dominaban con un 60 por ciento del mercado
en el rubro de telefonía celular y fija
respectivamente.[2]
El riesgo de los mercados
oligopólicos, en donde una empresa continua manteniendo el mayor porcentaje de
mercado, implica que los beneficios de un verdadero mercado competitivo, no
sean totales. Y en el caso concreto, ciertas comunidades apartadas de los
centros urbanos, todavía sigan careciendo de servicios en materia de
telecomunicación que podrían considerarse básicos.[3]
III.- Marco legal
“El 11 de junio de 2013 se publicó en el Diario Oficial de la Federación
(DOF) el "Decreto por el que se reforman y adicionan diversas
disposiciones de los artículos 6o., 7o., 27, 28, 73, 78, 94 y 105 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos". El Decreto da
origen al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) como un órgano autónomo
con personalidad jurídica y patrimonio propio, encargado de regular, promover y
supervisar el desarrollo eficiente en los sectores de radiodifusión y
telecomunicaciones en México, además de ejercer de forma exclusiva las
facultades en materia de competencia económica en dichos sectores, conforme a
lo establecido en la Constitución.40 El IFT sustituyó en sus funciones a la
Comisión Federal de Telecomunicaciones (COFETEL).
El 23 de mayo de 2014 se publicó en el DOF el “Decreto por el que se
expide la Ley Federal de Competencia Económica y se reforman y adicionan
diversos artículos del Código Penal Federal” La Ley Federal de Competencia
Económica (LFCE) entró en vigor el 7 de julio de ese año, y crea la Comisión
Federal de Competencia Económica (COFECE) como un órgano autónomo encargado de
vigilar, promover y garantizar la libre competencia y concurrencia en los
mercados. El 14 julio de 2014 se publicó en el DOF el “Decreto por el que se
expiden la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, y la Ley del
Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano; y se reforman, adicionan
y derogan diversas disposiciones en materia de telecomunicaciones y
radiodifusión”. La Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR)
entró en vigor el 13 de agosto de ese mismo.
La promulgación de estos tres ordenamientos (el Decreto, la LFCE y la
LFTR) significó un cambio sustancial para el marco jurídico de la industria de
las telecomunicaciones en México, con el objetivo, entre otros, de impulsar una
mayor competencia en la industria debido a los elevados niveles de
concentración en varias de sus ramas de actividad, como por ejemplo, la
telefonía fija, la telefonía móvil y la televisión restringida.
A juzgar por lo revisado en el capítulo anterior, el objetivo de unos
mercados más competitivos al interior de la industria de las telecomunicaciones
en México es algo que aún está lejos de concretarse, pues TELMEX concentra el
62.5% del mercado de telefonía fija, Grupo Televisa el 61.9% del mercado de TV
restringida y TELCEL el 69.5% del mercado de la telefonía móvil.
El nuevo marco jurídico de la industria de las telecomunicaciones en
México establece que aquellas empresas calificadas como “agente económico
predominante”, es decir, empresas cuasi monopólicas o sustancialmente
dominadoras en un mercado oligopólico, deben ser sujeto de medidas especiales
para reducir su tamaño en el mercado y así permitir la entrada de nuevas
empresas para promover la libre competencia.” [4]
IV.- Desarrollo del tema
Si el conocimiento es poder; la
transmisión del conocimiento es sinónimo de transmisión de poder, y muy
probablemente, también de riqueza. A lo largo de la historia de nuestro país, la mayor cantidad
de inversión en materia de telecomunicaciones ha sido en las Ciudades de
Monterrey, Guadalajara, y la ahora llamada Ciudad de México; casualmente las 3
Ciudades con mayor índice de crecimiento tecnológico en nuestro país; y
bastiones político-económicos de nuestra nación. Eso significa que en una
Ciudad o comunidad donde no exista inversión en materia de telecomunicaciones;
muy probablemente no existirá crecimiento tecnológico, ni económico, y por lo
tanto tampoco desarrollo social.
La brecha digital, es aquella
situación que diferencia a aquellas Ciudades y Comunidades que tienen acceso a internet; de aquellas que no lo tienen;
podemos hablar de una sociedad digital y de una sociedad sin acceso digital.
Sin embargo en una sociedad que no tiene si quiera acceso telefónico básico, o
algún otro medio de telecomunicación que permita el contacto con otra
comunidad; es una sociedad incomunicada.
De todos es conocido, que la industria
de las telecomunicaciones, es un negocio muy rentable; Carlos Slim al frente de
Grupo CARSO con TELMEX y TELCEL; lograron posicionarlo hace algunos años como
el hombre más rico del mundo; La Familia Azcárraga con Grupo Televisa, y por
otra parte Grupo Salinas, demuestran que las telecomunicaciones y los productos
digitales, son verdaderamente rentables. Rentables sí, pero en los centros de
urbanos, donde la infraestructura ya se
encuentra disponible, y las ganancias pueden realizarse sin un costo añadido
por la necesidad de invertir en infraestructura tecnológica nueva. Por eso
las manchas urbanas crecen con el paso
del tiempo, mientras que las comunidades rurales, siguen igual de incomunicadas
que desde 1851, cuando se realizó el primer servicio telegráfico en nuestro
país.
Los aspectos legales en materia de
telecomunicaciones buscan regular la competencia económica; llevar a México a
un mercado más competitivo; lamentablemente el aspecto inclusivo para fomentar
un desarrollo tecnológico y de telecomunicaciones homogéneo en todo el
territorio nacional, no se está realizando. “Segundo datos del INEGI, en el año 2010 solamente el 21.39% de los
hogares en México tenía una conexión a Internet, y este porcentaje sólo aumento
a 30.7% en el 2013. Como consecuencia del poco acceso a los servicios de banda
ancha a nivel nacional, únicamente el 2.52% de los hogares rurales registro una
conexión a Internet en el Censo de Población y Vivienda 2010”.[5]
Resulta irrisorio que en municipios
de la sierra madre de Chiapas, los lugareños tengan que comprar teléfonos
celulares de compañías celulares guatemaltecas, debido a que la señal
telefónica de ese país, es la única que llega a la comunidad; y que el espectro
de radio de las compañías telefónicas nacionales, no tenga cobertura en dicha
región. Pareciese que existiesen dos realidades en nuestro país; aquellas donde
las ciudades de forma constante las empresas actualizan y mejoran sus servicios
de telecomunicaciones; y otro donde las comunidades más marginadas, no tienen importancia alguna para
dicho sector empresarial.
Una sociedad incomunicada, que se
encuentra sin acceso a las tecnologías digitales, indudablemente deja con nulas
posibilidades a sus habitantes de mejorar su calidad de vida, constriñéndolos a
emigrar a centros urbanos, para buscar nuevas oportunidades; y ocasionando con
ello un bajo desarrollo social en la entidad. Si además de ser una comunidad
alejada, la población es predominantemente indígena; la situación se agrava
considerablemente, al ni si quiera tener el idioma español como común
denominador. Chiapas, Guerrero y Oaxaca
son los estados con mayor número de comunidades con alto grado de marginación
en materia de telecomunicaciones. De forma indudable el índice de desarrollo
humano está altamente relacionado con el desarrollo de las telecomunicaciones
en la comunidad; “en las comunidades
rurales del estado de Chiapas sólo el 6.66% de los hogares cuenta con una línea
de telefonía fija y el 0.39% tiene acceso a Internet.” [6]
Mientras que gigantes informáticos
como Google buscan implementar redes wifi por medio de globos de hidrogeno en
las zonas más marginadas de África y Asia, bajo la premisa de que el desarrollo
tecnológico es de vital importancia para el desarrollo económico de una región.
En nuestro país las empresas de telecomunicación se encuentran más interesadas en
continuar aumentando su mercado de clientes en las zonas urbanas, que de buscar
disminuir la brecha digital en nuestro país.
Si bien los gobiernos federales de
los últimos 19 años, han implementado estrategias para reducir la brecha
digital, que se remontan a la década de 1980, hasta programas implementados por
Enrique Peña Nieto, los esfuerzos no han sido suficientes. Programas como Ruralsat
– Telefonía satelital para comunidades rurales, el Sistema Nacional e-México –
el primer programa nacional de inclusión a la Sociedad de la Información, o México
Conectado, son las pruebas de que los últimos gobiernos federales han sido conscientes
del aislamiento en materia de telecomunicaciones de las poblaciones rurales e
indígenas, sin embargo los mismos distan mucho de presentar resultados
satisfactorios.[7]
V.- Conclusiones
La derrama económica ocasionada por
el uso y aprovechamiento de las telecomunicaciones en nuestro país, es
innegable. Los esfuerzos legislativos y de política pública han estado
orientados a conseguir un mercado competitivo, pues es un hecho notorio que
pocas son las empresas que controlan el mercado; algo que trajo como
consecuencia que durante muchos años las tarifas y los servicios a los usuarios
finales no fueran productos realmente competitivos. Nuestra Ley Federal de
Telecomunicaciones y Radio Difusión, es clara al establecer en su artículo 2
que las telecomunicaciones y la radiodifusión son servicios públicos de interés
general; si bien es cierto el artículo 210 menciona que el objetivo del
programa de cobertura social es incrementar la cobertura de las redes y la
penetración de los servicios de telecomunicaciones en zonas de atención
prioritaria definidas por la Secretaría; nos damos cuenta que existe un trato
diferenciado; pues el programa de cobertura social únicamente será enfocado en
zonas de atención prioritaria definidas por la Secretaria; y no para el totalidad
de las poblaciones rurales o indígenas, alejadas de los centros de población.
Lo idóneo es que el desarrollo en
materia de telecomunicaciones sea homogéneo; pues precisamente el concentrar el
esfuerzo en zonas determinadas, trajo como consecuencia que Ciudades como
Guadalajara, Monterrey o la Ciudad de México, hayan tenido avances
significativos, mientras que el resto del país sufría de un rezago
significativo en la materia.
De la misma forma que existen
acciones afirmativas para buscar la participación igualitaria de la mujer en
ciertos aspectos de la vida política, como lo son las cuotas de género; o la
aplicación del principio de equidad tributaria, que busca equilibrar condiciones
de desigualdad; considero necesario que en materia de telecomunicaciones se deben
prever estímulos fiscales a las empresas que incentiven el desarrollo e implementación
de las infraestructura y tecnologías de telecomunicación en zonas rurales e indígenas;
o en su defecto desarrollar una agenda pública que incida en los tres niveles
de gobierno, para que a mediano y largo plazo, se busque disminuir el brecha
digital que afecta a la mayor parte de
las poblaciones rurales e indígenas en nuestro país.
VI.- Bibliografía
·
BURELA
RUEDA, Sergio, “Reformas al marco legal
de la industria de las
telecomunicaciones en México. Efectos sobre Telmex y la industria”, Tesina,
Facultad de Economía, Universidad Nacional Autónoma de México, México
D.F., 2015.
·
LAZCANO
SALAZAR, Renán, “Inclusión de comunidades
geográficamente alejadas en México a través de las telecomunicaciones digitales
y servicios de banda ancha”, Tesis, Facultad de Ingeniería, Universidad
Nacional Autónoma de México, Ciudad de México, 2017.
·
LUZ
ALVAREZ, Clara, “Historia de las
Telecomunicaciones en México” en Revista
del Doctorado en Derecho, Universidad Panamericana, No. IV, 2007 ,https://revistabimensualup.files.wordpress.com/2007/09/d2-historiadelastelecomunicacionesenmxicooriginal1.pdf
[Fecha de Consulta 13 de abril de
2019]
·
Ley
Federal de Telecomunicaciones y Radio Difusión. Publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 14 de julio de 2014.
[Fecha de Consulta 13 de abril de
2019]
[1] LUZ ALVAREZ, Clara, “Historia de las Telecomunicaciones en México” en
Revista del Doctorado en Derecho, Universidad Panamericana, No. IV, 2007, pp
1-27 en
[3] BURELA RUEDA, Sergio, “Reformas al marco legal de la industria de las telecomunicaciones en
México. Efectos sobre Telmex y la industria”, Tesina, Facultad de Economía,
Universidad Nacional Autónoma de México,
México D.F., 2015, pp 9-28.
[4]
Ibid pp 44-45
[5] LAZCANO SALAZAR, Renán, “Inclusión de comunidades geográficamente
alejadas en México a través de las telecomunicaciones digitales y servicios de
banda ancha”, Tesis, Facultad de Ingeniería, Universidad Nacional Autónoma de
México, Ciudad de México, 2017, p 27.